domingo, 29 de junio de 2014

Hoy el día sabe a batalla...


Las cosas más bonitas, no se compran con dinero. Hay que ganarlas...

"Conócete a ti mismo" SÓCRATES 

martes, 24 de junio de 2014

domingo, 22 de junio de 2014

Hoy, el día huele a lógica...


"Si así fue, así pudo ser; si así fuera, así podría ser; pero como no es, no es. Eso es lógica"

Lewis Carroll

domingo, 15 de junio de 2014

Hoy, el día suena a "tono", "permanencia" y "pulcritud"...


"Cada decisión que tomas moldea tu futuro"
Anónimo

"Cualquier meta, no importa lo grande que sea, puede lograrse, si la partes es suficientes pequeños pedazos"
Henry Ford

martes, 10 de junio de 2014

Hoy, el día invita a continuar caminando...


“Cuando tengas que escoger entre dos caminos, pregúntate cuál de ellos tiene corazón; quien escoge el camino del corazón, no se equivoca nunca”

Popol-Vuh

jueves, 5 de junio de 2014

Hoy, y siempre.... Cada tormenta tiene su final...



"Y una vez que la tormenta termine, no recordarás cómo lo lograste, cómo sobreviviste. Ni siquiera estarás seguro de si la tormenta ha terminado realmente. Pero una cosa sí es segura. Cuando salgas de la tormenta, no serás la misma persona que entró en ella. De eso se trata la tormenta"

Haruki Murakami

domingo, 1 de junio de 2014

Hoy, el día sabe a utopía...


Érase una vez un joven muchacho que quería ser el mejor arquero del mundo.

Se dirigió un día al que se consideraba el mejor maestro arquero de su país, y le expresó su deseo: 

-Maestro, quisiera ser el mejor arquero del mundo, ¿qué podría hacer? -preguntó el joven-.

-Si quieres ser el mejor arquero del mundo, debes alcanzar con una de tus flechas a la Luna. Hasta ahora nadie lo ha conseguido. Tú serías el primero si lo lograras, y al hacerlo, nadie cuestionaría que eres el mejor -respondió el maestro-.

De este modo, el muchacho decidió seguir el consejo que le había sido dado. Preparó su arco y sus flechas, y cada noche disparaba a la Luna que salía tras el horizonte del mar. Cada noche, perseverante, sin faltar ninguna vez a su cita, fuera la Luna llena, menguante, creciente, incluso cuando era nueva y apenas se adivinaba su leve luz.

Los vecinos y amigos se burlaban de él. “El loco de la Luna”, le llamaban. Pero él, ignorando los insultos, provocaciones y ofensas, seguía cada noche en su empeño.

El caso es que nadie sabe si en alguna ocasión alcanzó la Luna, pero su empeño y los millones de disparos de flechas que realizó en su intento por alcanzarla tuvieron un premio secundario: se convirtió, sin duda, en el mejor arquero del mundo. Era imbatible, de noche, y por supuesto, a plena luz del día.

ALEJANDRO JODOROWSKY

Moraleja: quizás más importante que la realización de nuestros anhelos, es lo que nuestros anhelos nos hacen hacer para realizarnos.

ALEX ROVIRA